En la arquitectura moderna, las fachadas se despliegan como el lienzo donde la funcionalidad y la estética se encuentran en una danza sutil. No son simplemente envolventes externas, sino las guardianas de la eficiencia energética y el confort interior.
Freehand Arquitectura entiende que cada fachada cuenta una historia: la de un edificio que respeta y dialoga con su entorno.
Incorporando materiales innovadores como vidrios de baja emisividad y sistemas avanzados de aislamiento, se minimiza la pérdida de calor en invierno y la ganancia térmica en verano, logrando una eficiencia energética que trasciende la simple funcionalidad.
La orientación estratégica permite aprovechar la luz natural y la ventilación, reduciendo la necesidad de iluminación artificial y sistemas de climatización. Así, las fachadas no solo embellecen, sino que también contribuyen a una menor huella de carbono y una calidad de vida superior. Son el reflejo de un compromiso con la sostenibilidad, la elegancia y el confort.